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SINOPSIS: En el marco del post conflicto Colombiano, el pueblo indígena Nasa ha sido uno de los pueblos más afectados por la guerra que se ha vivido por más de cincuenta años en su territorio. Conflicto que los ha impulsado poco a poco al olvido y abandono de sus saberes ancestrales y prácticas espirituales milenarias. Hoy es un deseo para ellos volver a caminar en la huella de sus antepasados y recuperar sus usos y costumbres. Ante esto y su gran preocupación por la revitalización de la Madre Tierra en tiempos de cambio climático, deciden practicar nuevamente uno de sus rituales mayores de sus raíces, que tiene como único objetivo la ofrenda de un sacrificio a la Madre Tierra, para en comunidad conectarse con los espíritus de la naturaleza, reivindicarse por los malos tratos del hombre y agradecerles por la vida. Esta ofrenda es un árbol llamado “Saakhelu”.

 

 
 

Este registro del ritual Saakhelu revela el compromiso que implica para las comunidades indígenas del Cauca el rescate de tradiciones culturales como parte de un proceso armónico sociopolítico y cosmogónico. Debido a la disputa sobre el territorio, la expresión cultural aparece como una forma de construir el espacio social, lo que permite adoptar perspectivas autónomas acerca de cómo vivir y cómo tejer planes de vida en medio de conflictos de diversa índole. La comunidad nasa tiende cada vez más a constituirse como una nación, sin que ello implique necesariamente una disputa con la nación colombiana. Esta comunidad ha expandido su voz, formando un sujeto colectivo, que emerge con un sinfín de enseñanzas en un momento coyuntural para el país. La necesidad de estimular los puentes culturales de comunicación para la construcción de paz y la expresión de armonía en los territorios es lo que se inspiró la creación de este contenido cultural de fotografía y video documental etnobiográfico. 

El Estado Soberano del Cauca, desintegrado entre 1886 y 1910, agrupaba los actuales departamentos de Chocó, Caquetá y Pasto ¿Cuánto hay en común hoy con sus antiguos integrantes? ¿Qué tanto se tiene en cuenta esta parte de la nación para la construcción de paz de Colombia? Es esta herencia común la que exige ser reconocida en su diversidad cultural, política y social, en cuanto que es una deuda pendiente para la construcción de la nación colombiana incluyente que pregona la Constitución Política. 

El departamento del Cauca es un lugar geoestratégico donde coexisten diversos actores de toda índole que buscan establecerse en este lugar: las insurgencias, los empresarios de las drogas ilícitas, los empresarios del mercado transaccional, los campesinos y las resistencias indígenas. Son estas últimas, las resistencias indígenas, las que han optado por apropiarse del territorio poniendo en práctica el plan de vida que rememoran y reescriben en medio de las coyunturas del presente. La construcción de un espacio imaginario y cultural se manifiesta con mayor contundencia en el norte del Cauca, en donde, desde los años setenta y en medio del conflicto, hace presencia y moviliza sus fuerzas la organización política CRIC (Consejo Regional Indígena del Cauca). 

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Foto de Juan G Ramirez

Foto de Juan G Ramirez

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto de Juan G Ramirez

Foto de Juan G Ramirez

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto de Juan G Ramirez

Foto de Juan G Ramirez

Foto de Juan G Ramirez

Foto de Juan G Ramirez

 
 

Los acontecimientos aquí registrados y narrados ocurrieron en la región del Cauca, resguardo de López-Adentro en el año 2014, en el territorio de liberación de Corinto en el año 2015 y en el territorio ancestral de Jambalo en el año 2018. El Saakhelu contiene gran riqueza cultural y es una de las formas en que la comunidad nasa apropia el territorio y construye un espacio social con matices y valores distintos a los hegemónicos. El pueblo nasa es construido como nación y pueblo mediante un proyecto de sociedad que no parte de referentes externos, sino que busca sus raíces originarias y, partiendo de allí, asume su presente como la forma de figurar el futuro. 

 
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En consecuencia, el macizo colombiano, epicentro de la división de las tres cordilleras que atraviesan el territorio colombiano, aparece como el lugar en el cual la construcción de paz es indispensable, pues, empleando una metáfora, cada una de las cordilleras puede llevar desde allí un mensaje de nuevas prácticas sociales, de un nuevo tejido social, al resto del país. Son las montañas de Colombia las que han albergado las historias que no hacen parte de los anaqueles oficiales y, por el contrario, están sumergidas en la estigmatización de los medios masivos, que son la de voz de propuestas segregacionistas que postulan dividir la población de ese departamento por criterios de raza o casta. 

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

 

Son las luchas impregnadas de resistencia las que forman parte del momento ritual, es decir, prácticas que llevan a la reflexión colectiva acerca del pasado y el futuro desde el presente que fija sus ojos nuevamente en el pasado emergente. Estas resistencias son el tejido social en elaboración y, a la vez, la sobrevivencia de tradiciones preexistentes, son los antiguos que no quieren extinguirse por una selección cultural que no perdona la debilidad y los obliga a hacerse fuertes. En últimas, es la fortaleza de la praxis la que con pocas palabras exalta a cada uno de los que mueren como individuos. 

 

 
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Los thê’ walas (Médicos tradicionales) dicen que el Saakhelu es el ritual de la fertilidad, del agradecimiento y demanda de protección que los nasa hacen a ksxa’w wala (Los Espiritús mayores), a txiwe uma (La Madre Tierra) , wegia we’sx (Los Vientos), sek (Abuelo Sol)  , a’te (Abuela Luna), i’k wala (La laguna Grande),  e’zkwe (El Colibrí)  y sobre todo al knduul  (El Condor). 

Este último también llamado espíritu del cóndor indica el momento en el cual los pobladores deben realizar los preparativos para celebrar la fiesta del Saakhelu. Por esto, se le debe ofrecer comida, chicha y remedios en el marco ceremonial. En caso de no atender a su llamado, apartará la Luna, el Sol, las lluvias y todas las semillas quedarán en su poder; su ira será muy fuerte y la calma solo llegará cuando se realice la ceremonia del Saakhelu .

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Para la realización del Saakhelu es necesario tener una casa ancestral, la cual debe ser de paja y de carrizo. Si los ‘fiesteros’ no cuentan con este espacio, establecerán en compañía de los thê’ walas un lugar amplio para la realización del evento …

Para la realización del Saakhelu es necesario tener una casa ancestral, la cual debe ser de paja y de carrizo. Si los ‘fiesteros’ no cuentan con este espacio, establecerán en compañía de los thê’ walas un lugar amplio para la realización del evento como centro de todas las actividades. Allí se instalarán las piedras para la cocina, las canoas para la chicha, la tarima y el espacio para la picada de la carne. Foto Mateo Leguizamón

 

 
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El ritual se realiza en tres días. En el día inicial los participantes que vinieron de todos los pueblos y resguardos de la región, caminan en minga comunitaria hacia las montañas donde se encuentra el árbol escogido para la entrega de los pagamentos. En un inicio se le riega al palo elegido agua mezclada con hierbas medicinales, bebidas, comida y otros elementos utilizados por la autoridad espiritual.

 
Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

 

Al son de la música, los hombres, mujeres y niños se turnan para proporcionarle machetazos y hachazos al árbol hasta tumbarlo y los thê’ walas en calidad de agradecimiento soban y empapan el tronco con hígado, sangre de res, remedios, comida, chicha de maíz y de caña. Otra autoridad del grupo armoniza el acto para obtener el permiso y poder trasladar el árbol. En ese momento los cargueros gritan de felicidad y los thê’ walas caminan adelante rociando medicina para abrir el camino evitando así accidentes durante el recorrido. 

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

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Foto Mateo Leguizamón

 
Fotos Mateo Leguizamón

Fotos Mateo Leguizamón

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Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

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Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto de Juan G Ramirez

Foto de Juan G Ramirez

 
 

 

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Cuando llega la comunidad con el árbol cargado al lugar elegido, se abre un hoyo de aproximadamente tres metros para clavar el tronco del Saakhelu. Muchos testimonios dicen que desde los últimos años que se ha hecho nuevamente esta práctica milenaria, del fondo de este hoyo han surgido apariciones verdaderas como conejos u otros anímales vivos que saltan a la superficie en el momento preciso en que se abre el agujero. El pensamiento nasa afirma que este agujero representa el ombligo de la tierra y el árbol el cordón umbilical, por lo que sembrar nuevamente el árbol abarca todo un acto espiritual de ombligarse y volver la Madre Tierra. Después de la siembra continúan las ofrendas de las bebidas propias que son brindadas, en un principio, por las mujeres nasa y después por toda la comunidad que festeja danzando hasta la caída del Sol del primer día del ritual.

 
 
Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

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Foto Mateo Leguizamón

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Muy temprano al día siguiente la comunidad sacrifica a uno de sus novillos, y a su vez elaboran y alzan los símbolos de la mujer (la Luna) y el hombre (el Sol) muy cerca al Saakhelu para que ellos sean los encargados de guiar el ritual de la ofrenda. Mientras todos los participantes danzan y se refrescan brindándole las bebidas al Sol, a la Luna y al árbol, otra persona es seleccionada por la autoridad espiritual para subirle la ofrenda a los espíritus de la naturaleza.

 
 
Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

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Foto Alejandra Muñoz

Foto Alejandra Muñoz

Foto Mateo Leguizamón

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Foto Mateo Leguizamón

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Foto Mateo Leguizamón

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La persona que fue elegida para subir la ofrenda, es refrescada y preparada espiritualmente para poder escalar el árbol sin que se le vayan a presentar percances. Para escalar el tronco, él utiliza un Chumbe o tejido amarrado como cinturón que va anclado al árbol. Una vez se llega a lo alto del árbol, se amarra la cabeza del animal a una cuerda y se ubica en dirección al Sol para después proceder a colgar las costillas y las piernas de uno de los costados del cuerpo del animal. Esto lo hacen para que el cóndor se alimente arriba, mientras que el colibrí despoja y desecha las malas energías que atrae la hambruna al pueblo.

 
Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

 
Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

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Foto Alejandra Muñoz

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Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

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Esta misma noche los anfitriones del territorio encienden la Tulpa (el Fuego de tres piedras) de la casa ancestral nasa, y con el otro costado del novillo sacrificado se alistan para empezar con el siguiente acto llamado çxiçx pe’kweya (picada de la carne). En todas las ocasiones del ritual del Saakhelu la comunidad es acompañada por los grandes músicos del territorio, y en este caso es primordial su compañía, pues al ritmo del tambor de las chirimías la gente debe picar y aliñar la carne golpeándola con sus machetes y cuchillos afilados. Preparación que será cocinada y brindada a todos los participantes del ritual a la mañana siguiente.

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

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Foto Mateo Leguizamón

 

 
 
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En el último día, después del desayuno comunitario donde la gente se alimentó con la carne que picaron la noche anterior, son elegidos doce niños con buena dentadura para finalizar el ritual. Los niños utilizan un palo llamado atx que cotidianamente funciona para abrir los pequeños huecos donde son sembradas las semillas. En el ritual los doce niños utilizan los atx para despertar las semillas con toda su inocente, positiva y sana energía. El resto de los participantes depositan en sus mochilas toda variedad de semillas, danzan alrededor del tronco simulando la siembra y, a su vez, los thê’ walas lanzan semillas a la multitud para que durante el año obtengan buenas cosechas.

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Foto Mateo Leguizamón

Para cerrar, se realizan actividades adicionales de agradecimiento al tronco en medio de las danzas como ul çenx (culebra verde), que en forma de espiral es encabezada por los thê’ walas. Entre estas y otras danzas se hacen los llamados para obtener buenas cosechas, defender el territorio y mantener la soberanía de los pueblos indígenas. Acciones esenciales para generar comunión, solidaridad y reciprocidad entre los nasa y el resto de las poblaciones del país. Cuando todo culmina, los participantes regresan a sus sitios de origen, pero no olvidan que esta fiesta sagrada permite la cohesión espiritual de todo un pueblo.


EL CORTOMETRAJE DOCUMENTAL

PREMIOS y RECONOCIMIENTOS

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SELECCIONES OFICIALES Y PUBLICACIONES

 

  • Reconocimiento de cortometrajes para difusión en bibliotecas públicas, Estímulos Mincultura.

  • Mejor Documental del Festival de Cine Arica Nativa - Chile 2018.

  • Mejor Documental del Festival de Cine Montes de María- 2018.

  • Aporte a la Identidad Indígena FICWALLMAPU - Chile-2018.

  • Mejor Documental del Festival de Cine en las Montañas- 2018.

  • 2do Mejor Documental del Festival de Cine Araucanía - Chile 2018.

  • 2do Mejor Documental del Festival de Cine Mambe - 2018.

  • Selección oficial III Festival de Cine Etnográfico de Ecuador 2018.

  • Selección oficial Etnovideográfica de España 2018.

  • Selección oficial 12va Muestra de cine y video indígena de Chile 2018.

  • Selección oficial 3ra Muestra de cine indígena TUWUN de Chile 2018.

  • Selección oficial 3ra Muestra de cine Arandu de Argentina 2018.

  • Selección oficial Quetzalcoatl Indigenous International Film Festival de México 2019.

  • Selección oficial Festival de Cine Libre Internacional de Darien 2019.

  • Selección oficial Festival de Cine Latinoamericano Cinema Ciudad de México 2019.

  • Selección oficial 8vo ACAMPADOC de Panama 2019.

  • Selección oficial Festival de Cine Latinoamericano Cinema Ciudad de México 2019.

  • Selección oficial Viva Film Festival de Bosnia y Sarajevo 2019.

  • Selección oficial Wairoa Maori Film Festival de Nueva Zelanda 2019.

  •  Selección oficial Intimate Lens Festival of Visual Ethnography de Italia 2019.

  •  Selección oficial Heritales International Film Festival de Portugal 2019.

  • Selección oficial Sef Festival 2019 de Zadar Croacia 2019.

  • Selección oficial SIEMBRA FEST 2019.

  • Selección oficial Ipiales Cine Sin Fronteras 2019.

  • Selección oficial Festival Internacional de Cine en la Isla 2019.

  • Selección oficial Festival de Cine Comunitario Filmare Darién 2019.

  • Selección oficial Festival de Cine Do Para de Brasil 2019.

  • Selección oficial 5º FESTIVAL PAN-AMAZÔNICO DE CINEMA de Brasil 2019.

  • Selección oficial de Alter Do Chao de Brasil 2019.

  • Selección oficial Festival de cine Hispanófono de Atenas 2021.

  • Selección oficial International Ecological Film Festival de Rusia 2021.

  • Selección oficial BUEIFF de Argentina 2021.

  • Publicación en el XVII Congreso de Antropología en Colombia 2019.

  • Publicación en la Muestra del Documental Antropológico y Social de Argentina 2019.

  • Publicación en el XIII RAM – Reunião de Antropologia do Mercosul de Brasil 2019.

  • Publicación Revista Credencial 2016.

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CORTOMETRAJE DOCUMENTAL COMPLETO (FULL HD) 24 MIN


TRABAJO FOTOGRÁFICO ANÁLOGO

Por: Mateo Leguizamón Russi

Reflexión desde la Retaguardia y su apuesta estética en las trazas de la Antropología Visual

Aquí una reflexión completa sobre la interpretación del Ritual a través del Diálogo/Entrevista con sus participantes en un análisis conjunto sobre la percepción de sus propias imágenes.

Por: Juan G Ramirez

UNA PRODUCCIÓN INDEPENDIENTE DE AICA COLECTIVO

DIRECCIÓN GENERAL Mateo Leguizamón GUIÓN Alejandra Muñoz PRODUCCIÓN DE CAMPO Yelsin Pilcue y Stefany Velasco DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA Alejandra Muñoz CÁMARA John Cruz SONIDO DIRECTO Mateo Leguizamón MONTAJE Mateo Leguizamón DISEÑO GRÁFICO Santiago Torres MÚSICA Kwex kiwe APOYO Cabildo Indígena Lopez Adentro CÁMARA 2 Juan G Ramirez FOTO FIJA Mateo Leguizamón y Juan G Ramirez TRADUCCIÓN INGLÉS Daniel Muñoz SUBTITULOS INGLÉS Daniel Muñoz TEXTOS Juan G Ramirez y Yaid Bolaños DIAGRAMACIÓN Mateo Leguizamón Russi AGRADECIMIENTOS Cabildo Indígena de Lopez Adentro, Cabildo indígena de Corinto, Cabildo Indígena del Resguardo de Jambalo y Proceso de Liberación de la Madre Tierra .

COLOMBIA 2014-2020

 
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